miércoles, 14 de marzo de 2012

LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG


LA VERDADERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG
DANIEL ESTULIN - BOOKET DIVULGACIÓN 2010


Querido Charles:
El libro que acabo de roer me ha hecho caerme de la silla en más de una ocasión.
Supe de su existencia un día no muy lejano, pegando (muy maleducadamente) la oreja a conversación ajena. A los pocos días, curioseando en una librería ¡voilá! apareció ante mis ojos este librito, así, sin buscarlo. "Tendré que roerlo" me dije y decidí abrirlo, pero me parece que ya me estoy arrepintiendo, porque ha sido como caer en una trampa cazarratones, el queso estaba rico, pero a qué precio... Diré como conclusión que preferiría vivir en mi suprema ignorancia, tranquila y calentita.
Parece ser que hay un grupo de hombres poderosos que manejan el mundo en la sombra. Usted dirá  que no es para tanto, cada poco sale alguien contando historias de este tipo, pero es que el Sr. Estulin, que es quien documenta la historia, da nombres, fechas y todo tipo de datos, que abruman en algunas ocasiones.
Pues estos señores ricos e influyentes, se reúnen una vez al año en algún hotel superexclusivo del mundo (en España lo han hecho en dos ocasiones, una en La Toja y otra en Sitges) bajo unas medidas de seguridad bunkerianas (incluso despiden temporalmente a todo el personal de esos hoteles, contratando a otros de su confianza) con el fin de "arreglar" el mundo.
Leyendo sus páginas, se puede enterar de que los bilderbergianos pretenden crear un Nuevo Orden Mundial, llevar a la práctica el gran hermano de Orwel (no el de Tele 5) y controlar el mundo, en beneficio propio, claro.
Es estupendo enterarse de que estamos 24 horas al día vigilados y manejados por el lado oscuro. Y si no me cree, querido Charles, siga usted leyendo.
"Estamos al borde de una transformación global. Lo único que necesitamos es una gran crisis internacional adecuada y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial" Cuánto más miedo tengamos, más fácil será la implantación de medidas drásticas. Mucha crisis=mengua de derechos. Vamos, nuestro día a día.
El camino hacia ese NOM empezó hace tiempo, cuando, por ejemplo, muchos países cedimos soberanía cambiando de moneda. Ahora pocos se acuerdan de las pesetillas, y dentro de poco (si se cumple lo que el libro cuenta), ni siquiera llevaremos euros en los monederos. Caminamos hacia un mundo en el que sólo habrá tarjetas inteligentes con las que pagaremos, nos identificarán, revelarán de nosotros infinidad de datos y seremos controlados. Nos asustarán diciendo que las tarjetas (y todo su contenido informativo adjunto) son susceptibles de pérdida, por lo que sería mejor cambiarlas por un chip inteligente implantado en nuestro cuerpo. Claro, quien no acepte el cambio, vivirá bajo sospecha, ya me entiende...
Parece ciencia ficción ¿no? Miedo me da...
Cada día aparecen noticias angustiosísimas de niños secuestrados, perdidos, asesinados... miedo contagioso que nos lleva a plantearnos si sería bueno poner un chip a nuestros hijos para seguirles con gps todo el tiempo. No se ría, Sr. Dickens, esa tecnología ya existe, incluso se aplica en algunos lugares. Lugares no tan lejanos. En Barcelona hay una discoteca supervip que te lo pone (sí, sí, ha leído bien, te lo pone subcutáneamente in situ, con puesto de enfermería y todo) para evitarte tan engorrosa labor de llevar bolso (ir monísima pero cargando con un bolso no es cool). El chip te permite pagar, simplemente pasando un lector por la parte del cuerpo en la que está implantado. Ver para creer... Pero bueno, igual no estamos tan lejos, a mí me cuesta trabajo encontrar jóvenes de 10 años que no tengan un móvil de última generación "para tenerlos controlados", según palabras de sus papás.
Recuerdo cuando estudiaba en la facultad y nos decían que algún día, el hombre podría trabajar desde su casa sólo teniendo un ordenador. Y yo pensaba "estos están chalaos..." Pues ya ve usted, el futuro llegó y nos dio con la evidencia en las narices.
Y esto es sólo un botón de muestra, hay muchas otras estrategias para controlar a la masa ratonil-borrega que formamos entre todos. Abruma, créame.
El club controla las grandes instituciones que nos gobiernan, la Unión Europea, Las Naciones Unidas, la OTAN, el Gobierno de los Estado Unidos... por lo que parece que no hay posibilidad de revolución. Los medios de comunicación conocen su existencia pero nadie habla de ellos. Los grandes grupos informativos son miembros, no los enumero porque tengo cierta PRISA.
Menos mal que el autor del libro deja una puerta abierta a la esperanza.
Si está usted interesado en saber qué se puede hacer, le recomiendo la lectura, pero prepárase para indignarse un poco más de lo que ya esté usted. Si se decide a investigar, escríbame y comentamos.
En fin, que mi conclusión es que, como vengo pensando desde hace tiempo, yo quiero tener mi ratonera bien limpita y aseada y cuidar de mis ratones. Pequeña soy y pequeño es mi mundo feliz.
Sinceramente indignada, se despide.
Ratona de biblioteca.